Hace 25 años, tuvimos un sueño: el de compartir la magia de la cultura mexicana con el mundo.
Nuestra cultura, nuestras tradiciones y nuestra tierra nos inspiraron en este viaje.
Nuestra icónica licorera dio inicio a nuestro sueño—una creación única en el mundo hecha por manos de artesanos mexicanos.
Nuestro nombre surgió de nuestra naturaleza inherente. Clase Azul—azul como el agave del que están hechos nuestros destilados y como la pintura de nuestra primera licorera de Reposado..
Estamos agradecidos de haber encontrado personas en nuestro camino que han confiado en nuestra visión exquisita de México: una visión llena de dedicación, excelencia y belleza.
Nuestra historia no estuvo exenta de tempestades. Distintas amenazas, como desastres naturales y crisis financieras, nos hicieron cuestionarnos nuestra permanencia a futuro.
Sobrellevamos las adversidades creyendo en nuestro sueño y manteniéndonos fieles a nuestros ideales.
Para hacer posible la elaboración de nuestras creaciones exquisitas, en 2007 fundamos Tradición Mazahua—un taller cerámico en el que artesanos de Clase Azul se dedican a crear nuestras licoreras, homenajes a la cultura mexicana.
Cumplir nuestro sueño también significa ayudar a que los demás cumplan los suyos. Por eso, la transformación de nuestra gente es parte fundamental de nuestra historia.
Queremos trascender y representar nuestra cultura en el mundo con creaciones y espacios que revelan el corazón de México.
Hoy estamos orgullosos de compartir la magia de México con más de 55 países.
Hoy nos transformamos en Clase Azul México, pero mantenemos en nuestro interior los valores que nos han acompañado a través del tiempo. Conservamos en nosotros el espíritu que nos impulsa a compartir la magia de nuestra cultura con el mundo.
Hoy somos Clase Azul México, el sueño que se ha transformado a lo largo de 25 años.
Gracias por acompañarnos en nuestro viaje, pero sobre todo gracias por formar parte de lo que será un futuro brillante juntos.